Máquina de una máquina: poesía
Máquina de una máquina
Poesía
Máquina de una máquina que la anima y mueve. Cuándo nos hicimos semejantes, cuándo te hiciste más valiosa. El hombre va y viene, vaivén furioso, ansia de tiempo, ansiedad de un ser que no se es, insecto vestido de espejos que no reflejan más que una ilusión, un deber ser dado, aceptado sin el coraje con el que un perro defiende a su amo. Pero la máquina vale más, más que la vida, la muerte: tiempo sin retorno, latidos abandonados, manos que dejaron sus caricias en la piel insensible de la cosa. La máquina vale el corazón de la tierra, y la sepultura de todos los sueños vivos, vale como los minerales más que el salario de un obrero que renuncia a su existencia. La máquina, la cosa, el objeto, es un sacrificio silencioso sin redención ni gracia divina. La materia prima no es el mineral ni el plástico es el tiempo humano, su existencia dimitida por una promesa vana: felicidad hecha objeto.
Máquina de la máquina por Luis Fernando Cruz Carrillo se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-CompartirIgual 4.0 Internacional.
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